NAVIDAD

Flysh
Paisajes navideños en lugares equidistantes de nuestros espíritus viajeros.

He perdido la cuenta de los aviones a los que he subido. Los nervios de los días previos usando el mantra de "con lo bien que estoy en casa cómo se me ocurre". Me encanta el tiempo en los aeropuertos, las despedidas y los "avisa cuando llegues". 

No quiero renunciar a la emoción de ser capaz de ir a nuevos lugares. Dejar que me envuelvan otras costumbres, personas, sabores y olores. Y más aún desde que hubo un tiempo en el que no sabía si podría volver a darme un paseo por las nubes. Ese lugar dónde mi madre decía que siempre andaba de niña. 


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